jueves, 31 de marzo de 2011

CAM da un vuelco a su modelo para ser un banco controlado por el Frob

    La caja alicantina se reúne hoy con el supervisor y está previsto que mañana informe al consejo. Distintos miembros del órgano de administración podrían plantear la salida del presidente.
    CAM, Cajastur, Caja Extremadura y Cantabria trabajan ya en el nuevo plan de recapitalización que deben presentar al Banco de España. Según la comunicación emitida ayer por el supervisor, el reforzamiento que se les exige está vinculado al cumplimiento del decreto de solvencia, que obliga a las entidades a tener un capital de máxima calidad de entre el 8% y el 10%.
    Eso debería significar, en principio, que las cuatro cajas, incluida CAM, cumplen los requisitos mínimos legales de solvencia. La ratio actual de core capital de CAM (capital y reservas sobre activos ponderados por riesgo) no es pública y en el mercado hay dudas respecto a este punto. Un incumplimiento forzaría una intervención.
    Plazos Sin fijar plazos exactos, el ultimátum del Banco de España ha sido explícito al exigir a las entidades una respuesta “inminente”. Según fuentes financieras, el presidente de CAM, Modesto Crespo, tiene hoy una cita con los responsables del supervisor, en la que tiene previsto plantear su propuesta. El resultado de esta reunión se trasladará al consejo de administración de la caja alicantina durante una reunión extraordinaria que se celebraría el viernes.
    En ese encuentro, los consejeros deberán valorar las nuevas alternativas. También se apunta la posibilidad de que, si estos nuevos planteamientos no son del agrado de órgano de administración, un grupo de consejeros plantearía la salida de Modesto Crespo de la presidencia y también la de la directora general de la entidad, María Dolores Amorós.
    En ese caso, la presidencia debería asumirla el vicepresidente primero, Ángel Martínez. La debilidad que presenta la entidad, su elevado tamaño (tiene un activo de más de 70.000 millones de euros) y la premura de tiempo con la que debía buscar un acuerdo ha dificultado la búsqueda de nuevas alianzas.
    Según fuentes del mercado, CAM necesitaría 2.500 millones de euros para alcanzar el 10% de capital básico que exige el Gobierno, lo que le llevaría a perder el control del 50% de su capital. “Sería como una intervención”, señalan en una entidad que no quiere ser citada.
    La inyección de capital público se realizaría mediante la compra de acciones y requiere que la entidad se convierta en banco, al que debe traspasar la actividad financiera. Para ello tiene un plazo de tres meses. El precio de adquisición de las acciones lo determinará un grupo de varios expertos independientes designados por el Frob. La entrada del fondo en el capital supone la inmediata incorporación a los órganos de administración de la entidad, para garantizar la recapitalización. El número de consejeros dependerá del porcentaje de capital público. El Frob será accionista de la entidad durante un máximo de cinco años.
    Tres grupos de cajas ya han pedido la ayuda pública a través del Frob: CatalunyaCaixa, Unnim y Novacaixagalicia ya han solicitado la ayuda del Frob. Si se añade CAM, en total, requieren un importe en torno a 6.840 millones .
    Alianza a tres El horizonte de Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria parece mucho más despejado. Aunque ninguna de las tres entidades se ha pronunciado oficialmente al respecto, todo indica que constituirán un nuevo Sistema Institucional de Protección (SIP), con unas necesidades de capital que podrían alcanzar los 300 millones de euros. No se descarta que puedan incorporarse al proyecto nuevas cajas.
    Camps defiende ahora el SIP que se firmó y carga contra el Banco de España
    En la arena valenciana, las autoridades y representantes empresariales se convirtieron ayer en los grandes defensores del SIP que había firmado la CAM. En un momento de precampaña electoral, el presidente regional, Francisco Camps, aprovechó el momento para atribuir al Banco de España toda la responsabilidad de la situación.
    “Cualquier problema, cualquier perjuicio que puedan tener las cajas son única y exclusivamente responsabilidad del Banco de España, de su gobernador y de quienes durante estos años tenían que haber tomado las decisiones que se tenían que haber tomado”, dijo. Sin embargo, este SIP no era el Plan A de la Generalitat Valenciana.
    Su apuesta inicial era una integración de las cajas de ahorros valencianas, lo que reforzaría la capacidad de decisión de la Administración autonómica en temas financieros. Esa postura fue mostrada abiertamente por el conseller de Economía, Gerardo Camps.
    Esa salida no fue posible y cuando se anunciaron los SIP de CAM con Cajastur y de Bancaja con Caja Madrid se aplaudió la decisión de cara a la galería, pero en la trastienda se lamentaba, tanto por la administración como por parte de los empresarios de la región, que veían desplazado fuera de su ámbito de actuación el centro de decisión sobre la financiación de las compañías locales.
    Estén alerta todos aquellos que tengan préstamos o depósitos en alguna entidad del grupo, es especial en CAM.

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