El mercado ve precipitada una subida de tipos
Los economistas se oponen al cambio en la política monetaria por tres razones: no ven riesgos inflacionistas, el euro sigue fortaleciéndose y persisten las dudas en la periferia.

El Observatorio del Banco Central Europeo (OBCE), comité de expertos consultados por EXPANSIÓN, así lo considera. “Me parece que el BCE ha adoptado una actitud excesivamente dura basada en que el IPC ha sorprendido al alza, pero dando poco peso a los fundamentos económicos”, apunta Guillermo de la Dehesa, presidente del OBCE.
Por un lado, alertan sobre el peligro de una apreciación del euro frente a las divisas de sus principales socios comerciales. Y es que, por primera vez desde 1971, el ciclo cambiará antes en Europa que en Estados Unidos, donde la Reserva Federal todavía no ha lanzado ninguna señal en este sentido. “La subida de tipos supondría también un fortalecimiento del euro, abaratando las importaciones y encareciendo las exportaciones, lo que reduciría la actual contribución positiva del saldo neto exterior al crecimiento del PIB”, indica Simón Sosvilla, profesor de la Universidad Complutense de Madrid.
Los mercados, no obstante, ya han recogido las intenciones del BCE. El euro ha ganado un 4,04% desde la reunión de comienzos de marzo, hasta superar los 1,4336 dólares. “La subida de tipos puede provocar una apreciación del euro que afectaría a la incipiente recuperación económica, muy basada en la favorable evolución de las exportaciones”, sostiene Pedro Antonio Merino, de Repsol.
El euribor, por su parte, ha pasado del 1,78% al 2,033% en el mismo periodo. Una subida de esta referencia tiene un efecto directo sobre las hipotecas a tipo variable, la mayoría de las que se contratan en España. “El aumento de los tipos de mercado y la apreciación del euro ya han tensado las condiciones monetarias de la eurozona”, añade Manuel Balmaseda, director de Análisis Económico de Cemex.

Sin embargo –y éste el segundo argumento que defienden los miembros del OBCE para justificar un mantenimiento de los tipos–, el repunte de la inflación viene determinado por la fuerte subida del precio de las materias primas. El barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, se ha encarecido casi un 30% en lo que va de año, hasta los 122 dólares, como consecuencia de las tensiones en Libia y en otros países productores.
Es por eso que la inflación subyacente, si se descuentan los precios de los alimentos y de la energía, continúa en niveles reducidos. “Un banco central no debería luchar contra un aumento de la inflación motivado por un incremento temporal del precio del crudo y de las materias primas. Especialmente si no se observan efectos de segunda ronda”, indica Jordi Gual, de Estudios y Análisis Económico de La Caixa.
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